Rearticulaciones por una ópera en comunidad

Investigación para desarrollar una ópera

  

Llegué a la residencia de Uberbau-house con una historia que llevo tiempo preparando. Una que, desde su origen, ya era cantada, bailada y cubierta de magníficas plumas. Una historia sobre una comunidad que se logró dar a sí misma un espacio de libertad

 

De esa historia hice un libreto operático que pedía una partitura musical con sus correspondientes partes que ya había yo asignado a obertura, arias, recitativos e interludios. Partes asignadas que pedían a su director teatral y a su director musical dirigir a una orquesta, a un coro y a sus solistas, es decir, mi libreto invocaba a aquella estructura fija y cerrada en un espacio de aislamiento llamado foro, recinto musical, disco.

 

¡Pero la historia de una comunidad que ha luchado no fue vivida para ser encerrada! Sus protagonistas vivieron para crearse un espacio de libertad, un espacio vivo, un espacio presente, un espacio para el placer, para la cuerpa, para la libre enunciación. Sus protagonistas no crearon una anécdota sino un lugar, un paraguas para el tránsito, una plataforma de devenir, un carril de libre tránsito para quién lo necesitara.

 

Así que  tiré ese  esquema clásico de la ópera.

 

Y, bueno, lo mejor que se puede hacer en una residencia en una ciudad como Sao Paulo es dejarse romper los esquemas. Dicho de manera muy rápida, tuve que sustituir el libreto por un dispositivo que permitiera generar un lugar se seguridad, como réplica de aquel espacio ganado por la comunidad, un espacio vivo a dónde sea seguro arrimarse para transitar en comunidad. 

 

Más que contar una historia, construir un lugar para comunidad.