El mundo es presa de un incendio

 

 

Funciones en Salón de Danza, Danza UNAM, Ciudad de México:

Fotos: Bernardo Coronel

 

De la colectividad "Tácticas e incertidumbre" (TEI)

Performers: Aarón Jiménez, Carmen Maya, Flor Firvida, Julia Barrios, Kenia Noriega y Mariana Landgrave

Concepto coreográfico: Katia Castañeda
Diseño Sonoro: Fernando Vigueras

Iluminación: Laura Abad

 

 

En un espacio ocupado por performers se concatenan una serie de acciones entre los tiempos aletargados del sostener y los bruscos cortes del soltar. La narrativa y el espacio se van fragmentando poco a poco en acciones múltiples entre sostener lo impostergable y el inevitable fuego que obliga a moverse o a quemarlo todo.

 

Este proyecto inicia como una exploración abierta a partir del concepto de sostener y sus posibles derivaciones. ¿Qué es sostener? ¿Qué se necesita para sostener? ¿Cuánto tiempo es posible sostenerse en pie?

 

Sostener es tener, sujetar, agarrar, recordar, mantener, insistir, ser en el tener... Es poner el cuerpo, sudar, temblar, estar en tensión.

 

Sostener un lápiz, una idea, un deseo, un proyecto, una mirada. Sostener una comunidad, una carrera, una amistad, un vaso. Sostener un gesto, una apariencia, una falda. Sostener a alguien más. Hacer sustentable. Sostener algo hasta que se transforme.

 

Nos sostenemos lxs unxs en lxs otrxs. Podemos sostenernos exclusivamente en el presente. ¿Qué se necesita para que nuestros cuerpos sostengan su verticalidad, su peso, su ser? Ponemos el cuerpo para explorar individual y colectivamente aquellas cosas que sostenemos, esas cosas importantes para nosotrxs y también aquellas que dejamos ir. ¿Abandonar o sostener, morir o sostener, incendiar o sostener? 

 

Sostener tiene que ver con el tiempo, con hacer durar algo en el tiempo. ¿Cuánto puede sostenerse el clímax? Nada puede sostenerse para siempre pero la vida vuelve a encontrar la manera de sostenerse más allá de nosotrxs. 

 

Sostener. Desde ésta palabra nos movilizamos y nos sacudimos, para rumiar a su alrededor. Activamos la escritura y dejamos que nuestras experiencias individuales vayan conformando un texto colectivo, que nuestras asociaciones cotidianas, íntimas y poéticas habiten éste entramado.

 

Por otro lado, quemar es la obligación de tomar decisiones radicales, ya sea dejar de sostener algo ¡y que se quemen las naves!, ya sea sostener una nueva fuerza, mantener prendido el recuerdo, el proyecto, una nueva inercia que arroje una humareda al mundo. El fuego significa corte y reinicio, nada sale igual del fuego.

 

La combustión es el corte de un estado al otro, el corte cinematográfico, la interrupción de un gesto por otro. El personaje que sostiene y suelta su construcción. Tarde o temprano todo arde, todo se expande para disolverse. 

 

Ésta pieza coreográfica juega con lo no lineal, con la idea de salto, quiebre, corte, urgencia y pone en relación o convivencia cuerpos diversos, movimientos y pausas, alientos de diferentes personas, voces y textos.

 

¿Es una pieza o una coreografía? ¡Es una humareda!… Es la acción que hace que el efecto de arder se expanda, se disuelva y nos movilice.

 

 

 

Residencia de producción, Eco Art Boretum, Estado de México:

 

Residencia de producción, Vernacular Institute, Ciudad de México:

Fotos: Bernardo Coronel